viernes, 30 de septiembre de 2011

.

Probablemente ni tú, ni tú ni tú, comprendáis lo que piensa mi pequeña mente o lo que siente mi complejo corazón.
Yo lo sé, estoy feliz y triste a la vez.
Feliz, por una parte porque vale que en un principio cuando empecé la universidad me sentía sola, pero luego conocí a mucha gente muy simpática y estoy muy agradecida.
Triste, porque siento que lo demás no va tan bien como espero. Sí, quizás porque soy caprichosa y siempre deseo más de lo que tengo; vale sí, no te voy a negar que a veces no veo las cosas buenas que me dan o los hechos buenos que me suceden pero cuando lo haces,si lo comparas con las cosas malas o que faltan a veces te sientes realmente mal. Hay veces que me siento tan "forever alone".
Sin embargo, me conformo con lo que tengo y quiero lo que tengo.
Hay gente que no tiene nada y yo al menos tengo.
Siento por aquellas personas que tienen menos que yo porque no debería de quejarme tanto.

lunes, 5 de septiembre de 2011

¡18!

Primera entrada que escribo con dieciocho pero en realidad es una entrada más.
¿Qué se siente al tener dieciocho años? Nada, todo sigue igual que antes.
Quiero agradecer a aquellas personas con las que me he cruzado en algún momento de la vida...
A los que me ayudaron a crecer desde pequeña, cuidándome, alimentándome, jugando conmigo, etc.
A mis padres que siempre han estado trabajando para darme un buen futuro.
A mi tía porque ha sido para mí como una segunda madre.
A mi hermana porque me pidió como regalo a mis papás y porque me cuidó desde pequeña y nos queremos mucho.
A mi hermano porque aunque me eche siempre los cuarenta en los momentos en los que más lo necesito siempre está ahí.
A Rosa, mi mejor amiga, que la quiero con locura y con la que he pasado unos increíbles años con ella, con la única que puedo ser yo misma y que me ha dado un verano 10, te quiero nunca me lo había pasado tan bien, y es la primera vez que viajo sola sin padres ni profesores.
A Kawta que siempre hace que me ría.
A Silvia que aunque la conozca de estos dos años, le cuento todo lo que me pasa y me apoya.
A las demás amigas del patio y tal por hacerme sentir que no estoy sola y hacerme feliz.
A Sergio, mi novio, al que amo infinito y no quiero separarme nunca de él y me ha hecho pasar unos 6 meses preciosos.
A aquellos que algún día me hicieron sufrir, he madurado porque me habéis enseñado que de todos no se puede fiar, que de los errores se aprenden y que por vosotros no vale la pena llorar. Gracias.
A todos los profesores (desde parbulitos hasta el instituto) que me han hecho crecer como persona, enseñándome desde el abecedario hasta la pintura moderna.
Gracias por estos maravillosos dieciocho, aunque haya habido momentos amargos, sé que esos momentos han estado ahí para que abra los ojos, para que vea que el mundo no es inocente, y para hacerme más fuerte. Ahora sé o al menos intento no preocuparme por gente que no me quiere, gente que me hace o hizo daño.
Y si, aunque suene mal, en la universidad intentaré ser una persona diferente porque ya estoy cansada que la gente sólo me hable para pedirme favores, aunque este año me veo pidiendo yo favores porque estoy segura que no me enteraré de nada. Y a empezar una nueva vida viviendo en un piso con compañeras, a ver si aprendo a hacer tareas domésticas ya de una vez.
Y ya aprovecho para decir que aunque me cueste quiero mejorar como persona.