Altas horas de la madrugada,
inquieta y sola.
Ningún alma asoma,
por la ventana
Aislada cual amapola,
tristemente, miras la vida añorada.
Cuándo y cómo llegaste a este punto nunca se sabe. Reflexionas, algún mal habrás hecho. Memoria pez, recuerdos pocos, pero amargos muchos.