domingo, 21 de julio de 2013

Amigdalectomia días 1-5

He decidido escribir sobre la amigdalectomia que realice el 15/07/2013 en el Hospital Clínico de Valencia, ya que en español hay pocas páginas web, describiendo realmente lo que se siente, pero muchas sobre como se hace una amigdalectomia y vídeos de la operación. Además para la tranquilidad de los padres también hay muchas que hablan sobre la amigdalectomia infantil y pues los adultos no tenemos fuentes para consultar que no somos los únicos que hemos pasado por esto. Que de hecho hay más gente que lo ha hecho. 

Obviamente cada persona tiene un periodo de recuperación, pero yo voy a describir la mía, por si a alguien le ayudase.

Bueno y claro aparte de ayudar que no creo que casi nadie lea esto, para ser sinceros, para leerlo algún día y ver cuanto he sufrido y si de verdad valió la pena hacerlo. 

Pues bien, al principio de tu operación mucha gente que se la ha hecho y ya está bien, solo te dicen: "ya verás como luego estarás mucho mejor". Sí vale puede ser que todo esto valga la pena, pero yo quería hacerme la idea que me dolía más quizás me hubiese afectado menos y pensé que todo este dolor no era normal hasta que leí un foro inglés: http://tonsillectomyrecovery.com/tonsillectomy-day-1/

Bueno voy al lío que se me van a pasar el paracetamol a este paso...

DÍA 1

La verdad es que tardaron bastante más de lo que dijeron en meterme en la sala, pues tuve que esperar a que acabase otro señor. Mientras tanto unas enfermeras muy amables me pusieron la vía, aunque bueno al principio la chica decía que mi vena era muy fina y que me la quería poner por la muñeca y que me iba a doler. Hice tripas de corazón y me atreví a decirle que por favor siguiera intentando encontrar mi vena y así lo hizo. Me pusieron sedantes y calmantes mientras esperaba que la sala de operaciones quirúrgicas fuera despejada y limpiada. Antes de que me llevaran vino la anestesista y me pregunto si era alérgica a algo, por supuesto que no lo era... ya me lo habían preguntado miles de veces. Pero ya estaba muy atontada para recibir tantas preguntas y saber responderlas bien incluso me preguntaron si era mi primera operación, a lo que conteste que sí y me dijeron pobrecita, no será nada. 

Finalmente, me llevaron. ¡No me lo podía creer! Tanta espera me volvía loca, e incluso por la rendija de la puerta saludé a mi novio. La verdad es que eso fue un gran ánimo para mi. 

Una vez dentro me conectaron un montón de cables en el cuerpo supongo que para ver mi estado vital y demás. ¡Y sí, me cogieron tipo película, sí de esa manera en la que te cogen de la sábana y te arrastran a la mesa de operaciones! Me supo mal yo quería levantarme y hacerlo por mi propia cuenta y me dijeron te operas de amígdalas, ¿no? Les agradecí que me lo preguntaran no vaya a ser que me arranquen las cuerdas vocales o algo así. 

Cuando me habían preparado, me pusieron una "botella" diferente en la vía y a partir de ahí ya no me enteré hasta dos horas de después. 

Veía todo negro, estaba tranquila, soñando en mi mundo, entonces escuché una voz delicada y me dijeron: 

-"Sonia ya te han operado".
-¿Ah sí? Yo no me he enterado. -yo contesté.
-Pues mejor para ti, mujer.

Abrí los ojos pude leer borrosamente que ponía: "despertar". Además noté algo sobre mi boca, no sabia lo que era, me molestaba, no estaba acostumbrada. Quería llorar, no, no porque ahí me doliese si no que me sentía sola. 

Un rato largo después, vi entrar a mi madre, me puse super feliz y poco después mi novio, Sergio me sentía ya como en casa. 

Mi madre me preguntó: 

-¿Estás bien?
-Sí, pero me molesta lo de mi boca echa de repente agua es normal?- respondí yo. 
-Se lo diré a la enfermera. 

Finalmente me lo quitaron ya podía respirar normal. Pero la doctora nos comento que yo había sangrado un poco y que no quedaban más habitaciones, por lo tanto me tenía que quedar ahí, en la "¿URPA?", con miles de personas más sin la compañía de ninguno de las personas que más quiero en el mundo.

La verdad es que no me pareció nada bien eso, no era mi culpa que medio hospital estuviera cerrado, pero lo deje pasar, pues ahí no tenía dolor alguno, nada más que me raspaba un poco la garganta.

A medida que pasaba la noche, soledades y tristezas salieron a la luz, no comí nada, mediante suero me alimentaban y además tenia que ir al baño mediante una cuña super incomoda. Mientras que por la noche escuchaba las máquinas de las otras personas pitar porque se les bajaba el pulso y la mía propia porque al dormir bajaba el pulso, no pegué ojo. Estaba cansada, pero cuando escuchaba pitar aquello, pensaba que iba a morir o que alguien iba a hacerlo. 

Mi madre se había ido a casa, y mi novio a la casa de un amigo para poder volver al día siguiente y estar conmigo <3 .="" div="" nbsp="">

Durante la noche dieron habitaciones a las personas, pero a mi no. 

DÍA 2

Llegó la mañana, empezó el caos. No había sitio trajeron a un señor para hacerle unas curas o una operación, yo que sé. 

Me estresaba supuestamente me debían de dar el alta ese día, pero yo estaba muy mareada. Vino la doctora y dijo que teníamos que desayunar, solo tolerando lo que comíamos nos podríamos ir a casa. 

Yo no lo hice ya que la enfermera tenía miles de otras cosas que hacer, me obligó a beber la leche a todo trapo. Por supuesto mi novio poco tiempo después vino a verme. Le quiero mucho.

La doctora iba a pasar una hora después para ver como estábamos, pero a la media hora vomité no podía más en ese ambiente no sabía que utilizaban para limpiar, olía a rayos. Encima el estrés y las pocas horas de sueño remataron el trabajo. 

También para mi sorpresa pensé que el hecho de vomitar, me iba a hacer que me doliera la garganta, pero no fue así. 

"¡No quiero quedarme más, aquí no!"  pensé yo. 

La enfermera sabiendo lo mal que estaba pasándolo, me dijo que me darían una habitación. Iba a tirar cohetes. Después de una espera de varias horas por fin me llevaron a la habitación y pasé otra noche ahí, mi compañera de cuarto era silenciosa, y seguro que la que molestó en esa ocasión fui yo, ya que me desperté a las 4 con terribles dolores y Sergio tuvo que llamar a la enfermera. Me pusieron nueva medicación vía venosa y pude dormir hasta la mañana. 

Ese día me iba a visitar otra vez el otorrino, pero pasaron las horas y no llegaba. Vino la mujer de la limpieza a marear la perdiz con sus productos químicos y me dieron ganas de vomitar otra vez, eso que la noche anterior hice un gran esfuerzo para comer un poco de lo que traían en el servicio de habitaciones, volví a vomitar, me asusté muchísimo, ¿y si no me dejaban irme otra vez? 

Para cuando por fin vino el otorrino, ya había pasado unas horas y como necesitaban habitaciones, me dejaron libre. ¡Por fin!

Estaba mareada y no podía levantarme, pero con la ayuda de Sergio conseguí hacerlo y mi hermano me recogió en coche para llevarnos a Gandia. El trayecto se me hizo largo, pero finalmente lo conseguí, pues me dolía la garganta como si no hubiera mañana. 

Al llegar a casa, mi madre y Sergio, fueron a comprar helados y demás, me abastecieron con un montón de cosas frías y medicina, pero ya estaba cansada de tanto dulce y de tanta medicina, pero me lo debía comer y tomar. Aunque mi estomago pareciera que fuera a estallar. 

El resto del día lo llevé bien pues cuando me tomaba la medicina el dolor era el de una simple amigdalitis. Ese día también dormí bien quizás del cansancio que tenia. 

DÍA 3

Me desperté en casa, por lo que estaba feliz, pero por otro lado, me dolía mucho la garganta porque se ve que por la noche se seca, pero al levantarme y tomarme la medicación ya volvía a estar bien. Pero el efecto solo me duraba cuatro horas. Y hice mirar mi garganta a Sergio, estaba obsesionada, quiero curarme pues me voy a Londres el 30 de julio. Sí, me pillo un poco los dedos. Pero por aprender idiomas tengo que hacer todo lo posible. 

De hecho lo que más me dolia eran las yagas, los dientes y las heridas en la lengua y en la boca que me habían aparecido en la operación, quizás debió de ser el abrebocas, pero fuera lo que fuese, me dejó la boca hecha un destrozo de hecho tenía sangre seca en la comisura de los labios. 

Sí mi aspecto físico era más bien descuidado, pero no me sentía con el coraje de levantarme de cama y asearme un poco, me mareaba mucho. 

Durante la noche no lo pasé muy mal, dormí siete horas por lo que no está mal. 

DÍA 4
Hola dolor, no sé que pasa pero por las mañanas tengo un dolor que parece que voy a morir, me tomo las pastillas y dejo pasar media hora antes de comer algo, porque duele un montón. 

Me sentí menos mareada por lo que estaba dispuesta a lavarme ya el pelo, con la ayuda de mi tía. Y así lo hice, me sentí otra persona mucho mejor y relajada.

Sergio y yo nos pusimos a mirar programas de televisión como: "Pesadilla en la cocina", "Me cambio de familia" y cuando el no estaba, me ponía a mirar "Glee" en inglés total que el tiempo pasó en un chasquido de dedos. 

Y puedo decir con orgullo que comí mi primera sopa con fideos incluidos. Y este
 día me desperté a las cuatro de la mañana, pero me volví a dormir una hora después hasta que me levante a las ocho para tomarme mis queridas medicinas, las cuales tienen un sabor de la muerte. 
DÍA 5

¿Soy yo o es que de la noche a la mañana he empeorado? No volví a comer nada que conllevara fideos ni gránulos, me limitaba a helados. Pero comí super poco. 

Por la tarde decidí ducharme y cambiar mis ropas, las sábanas y todo lo que me rodeaba. 

¡Sí, sí, Simba! ¡Por fin me sentía persona!

Ufff, la noche se me hizo eterna, me dormí a la una y me desperté a las cuatro también como el día anterior y no me dormí hasta las cinco, pero me levante a las siete, después de toda una noche de dolor sin dormir bien. Cuando se pasa el paracetamol es un suplicio comer, dormir... 



A por el día 6 que es hoy :( :/

Diario de una chica con ex amigdalas enormes.

Edito: podéis ver mis recomendaciones en ese post.