domingo, 9 de febrero de 2014

Pasión

Encuentro

Él la besa de manera apasionada y la lleva en brazos a la cama. 
Sus caras enardecidas, sus cuerpo estremecidos rozan, sus piernas bajo la manta se enredan cuales hiedras.
Ni el ni ella saben a quien pertenece esa parte del cuerpo. Pero nada importa, solo el amor que se profesan el uno al otro.
Intentan que sea eterno, luchan porque sea así, siempre pidiendo más de lo que se tiene.
Los amantes celosos hasta del tiempo, intentan aprovechar al máximo cada instante juntos. Si no se tiene que comer para estar abrazados una media hora más, así lo harán.
Las personas enamoradas o cómplices del frenesí entenderán perfectamente esto e incluso se identificarán con ellos. 
Día tras día, la misma situación se vuelve a repetir hasta que transcurre un intervalo de tiempo considerable, el fuego cada vez más intenso, les ciega la vista a ellos y a los de su alrededor.

Separación

De repente, por diferentes motivos (trabajo, estudios, salud) no pueden estar más juntos al menos físicamente hablando, sin embargo, se aman más que ayer, pero menos que mañana. ¿Y ahora qué?
Cuanto más tiempo pasan los amados en soledad, más sentimientos auto destructivos crecen en cada uno de ellos: preguntas, confusión e incluso falta de confianza. Todo esto último acompañado por supuesto de tristeza, de nostalgia al pasado no lejano que un día se compartió el uno con el otro, de soledad... (Pues lo dieron todo el uno por el otro que otras amistades y familiares descuidadas han quedado).
Entonces, se ponen a pensar, ¿Por qué no aproveche mejor ese rato que estuve con ella?, ¿por qué no le saque esa sonrisa a él cuando pude? 
¿Qué más da? Es demasiado tarde... -finalmente ella o el pensarían-.
Pero nunca es demasiado tarde para aprender algo. De un pequeño fallo, una lección de por vida. 

Reencuentro

Por un momento ambos creyeron que ese instante nunca llegaría, sin embargo y aunque hay veces que solo haya oscuridad, un rayo de sol ilumina nuestras vidas.  Él vuelve por vacaciones, ella se las apaña por sacar tiempo entre un mundo de  libros, es más los aparta totalmente de su vista durante los días en que vuelven a estar juntos. 
Durante ese tiempo, ellos olvidan lo que es sufrir en soledad. Pero pronto tendrán que separarse otra vez.
Con la lección aprendida, aprovechan el tiempo cada segundo: no duermen, no comen, no. Solo miradas, solo sonrisas. Pasan el tiempo haciendo lo que más les gusta mirar una serie, jugar a algún que otro juego de ordenador, irse de compras, esto último más por ella que por él. 

Pronto, saben que se tendrán que volverse a separar, tendrán que vivir de recuerdos, de secuencias de imágenes en movimiento, de sentimientos expresados a través de una pantalla, de un altavoz de móvil. 
Adiós abrazos, besos y ternura. Hola emoticonos y amorosa frialdad expresada con pocas palabras. Saludad también a esos malentendidos que son más comunes de lo que se cree. 

Pero lo que ellos ahora de verdad saben es que después de cada separación, afortunadamente si se quieren, más tarde o más temprano, llega un reencuentro. 

Atentamente, 

una enamorada que no concilia el sueño, que vive de recuerdos, pero que sobre todo lucha por un futuro en el que dos son uno.