Nunca sabes cuándo, ni cómo ni dónde, menos los por qués, al menos no intentas por hacerlo para no destruir la magia, la de dejarse llevar por la brisa y la de ir contracorriente.
De casualidades, una vida.
De decisiones, un fin.
Por un lado, bonita arpía.
Por otro, oscuro jardín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario