viernes, 17 de junio de 2011

El principio...

Aquel día sabía que iba a ser especial, no es que sea muy partidaria de conocer gente por Internet y luego quedar con ella porque, ¿y si es un asesino en serie? o ¿un violador? No no podía ser cuando hablaba con él por "msn", "badoo", "skype" era diferente a los demás, pero siempre me quedaba esa duda de y si escondía su peor cara en una persona inventada para luego matarme, o algo de eso. Sí muy imaginativa, pero en esta sociedad no es bueno confiarse de la gente tan fácilmente.

Cuando cogí el tren estaba tan asustada que no sentía las piernas, tan asustada que no sabía ni que decir, quizás un "hola" sonaba un poco soso, y un gran abrazo con dos besos resultaba ser para mí propasarse un poco, así que como estaba indecisa pensé que ya improvisaría un poco y que ya saldrían las cosas de manera natural y como quisiera el destino, aunque no crea en eso. Mi amiga me acompañaba ese día y me decía tranquilízate, si te pasa algo me llamas que como estoy en Alfafar voy en un "plis", en mi mente pensaba aunque vengas en un "plis" si de verdad quiere hacerme algo poco podrás hacer... Además me preguntaba todo el rato mi subconsciente: ¿lo reconoceré? Bueno no debería ser tan difícil el dijo que me llevaría una bolsa con una cosa que me había comprado. Así que pensé, "challenge accepted". Reconocerlo es todo un desafío y es que ir a Valencia para conocer a un chico y más cuando estás sola era toda una locura. otra cosa que me preocupaba era y si me confundía con otra asiática, que en Valencia hay muchas asiaticas guapas y si se arrepentía al verme y echaba a correr..., en fin nada de eso paso. Sólo paranoias mías. Mi imaginación a veces me asusta.

Tampoco fue para tanto, lo primero que vi es aquella mirada, aquella sonrisa al otro lado esperándome que me hizo sentirme nerviosa y asustada aunque también feliz o al menos tenía una sensación rara que se aproximaba a eso que llaman felicidad y amor y de todo, vamos una mezcla de sensaciones hasta entonces nunca sentidas por mí. Y es que cuando me miraba con esos ojos cálidos, y se dirigía a mí con esa gran sonrisa me inspiraba seguridad pero confiar a la primera en una persona que lo habías conocido de aquella manera no era lo correcto, más bien era un suicidio en toda regla, también pensé para mis adentros "el tiempo dirá si es una buena persona, hasta entonces solo me queda esperar" y si es un asesino ya irá a la cárcel.

Lo extraño de todo esto,es que lo reconocí un gran logro para mí si consideramos que soy algo patosa, ridícula, sin sentido de la orientación y sin nada.

Cuando se dirigió a mi con un gran abrazo ,y aunque no estaba acostumbrada a dar abrazos a la gente que acababa de conocer, se lo dí pero siempre siendo cuidadosa, no quería sufrir más. No, entonces. También pensé mira que bien no me ha confundida con otra, supongo que se llevaría una decepción y es que en persona pierdo mucho bueno en fotos también, vamos soy un desastre de persona...

Al principio creo que el silencio nos sucumbió, quizás vergüenza, quizás los dos teníamos miedo de lo que podíamos pensar del otro, pero en aquellos momentos necesitaba que me hablara, que me diera confianza porque yo estaba asustada.


Valencia, es una ciudad tan grande que me estremecía, me hacía sentirme pequeña, enana como una hormiga...

Lo primero que hicimos fue coger el metro, cuando lo esperábamos no paraba de mover la pierna como un "tío", estaba tan nerviosa que pensé que en cualquier momento iba a desfallecer.

Me llevó cerca de su casa a comer en los "100 montaditos", yo no sabía que rollo era ese, no había salido mucho de casa, es más esto de salir y querer desfasarme un poco lo he adquirido últimamente, así que sitios así yo no los conocía, que yo era de comer en casa...

Claro está, que yo no sabía como iba el sistema de pedir comida y tal, y el pobre lo tuvo que pagar, que mal me sabía, me sabe y me sabrá pero bueno en esos momentos también pensé mira que bien que un chico te pague las cosas tiene que estar muy bien, era como mi "mamá" me lo había pintado.

Mientras estábamos pidiendo la comida en esas hojitas, la mesa se movía, él para comprobar que no sólo era la nuestra se levanto a mirar si las otras mesas estaban igual, me encantaba esa espontaneidad que él tenía, me tranquilizaba en cierta manera.

Después de comer, que más bien mucho apetito cuando estoy con él no es que tenga, pero cuando estoy sola como kilos y kilos de comida. Bueno el caso, es que me llevó a su casa, por el camino vimosun perrito super bonito y grande tipo los de "Scottex", en esos momentos noté que a él mucho no le gustaban y me hizo mucha gracia.

Cuando llegamos a su casa, me dijo espérame en la entrada, en mi cabeza pensé: "Uish, este tío tiene la casa como un desastre y quiere arreglarlo todo", yo sutilmente le dije que le podía ayudar porque no pasaba nada si estuviera desastrado, porque pocos han visto como esta mi habitación que si no tela...

Pero, en realidad lo que estaba haciendo él, era abrir una botella de vino poner velitas y canapés, un lujo que para una plebeya como yo y que con 17 años no entendía mucho, pero me pareció tan romántico, tan... TODO. Estaba contenta, supongo que ese día echó a sus "compis" del piso, pero se lo curro demasiado, y eso se lo agradeceré siempre, me encanta que sea así.

Yo es que no había bebido vino, ni alcohol hasta esos momentos... bueno sí, como mucho para probar y en un buffet porque pensé "it's free". Estaba tan amargo pero bueno siempre es bueno probar cosas, luego nos pusimos en el sofá y puso una película, supongo que nunca o pocas veces usaba aquel aparato porque estuvo bastante tiempo intentando enchufarlo... Esa película se llama "Leyendas de pasión" pero como otras muchas películas la empezamos pero no la acabamos, algún día tocará acabarla.

Yo estaba sentada en el sofá, él me pregunto si se podía echar sobre mis piernas y no me parecía tan mal, asi que le dije que sí.

Pero él no miraba la película y no paraba de mirarme, no es que sea creída pero es lo que paso... Y le dije que mirara la película que se lo estaba perdiendo, pero en aquellos momentos parece que la pasión traspaso más bien la pantalla de televisión y me besó.

Al final tuvimos que quitar la película, a la pobre película no le haciamos caso y la mejor solucíon era apagarlo y quitarlo que se sentía "forever alone" , después me llamó un chico que ya hacía bastante que me llamaba y estaba un poco obsesionado conmigo, y me pregunto que donde estaba, yo exactamente no sabía que contestar, así que solté estoy en mi restaurante ayudando un poco a mis padres, después de colgarle me supo mal no haberle dicho la verdad, pero yo no sabía que éramos en esos instantes Sergio, (el chico del que estoy enamorada y espero siempre estarlo y que él lo esté por mí)y yo. Él poco después me dijo de salir, yo le dije que lo intentábamos, pero en el fondo tenía miedo, miedo a que me hicieran daño, pero en esto del amor se necesita creer en la confianza, y así hice. Y por lo que veo hice bien, menos mal que fue así y no de otra manera, ahora no me veo separándome nunca de él, porque aunque sólo hayan pasado casi cuatro meses desde entonces y cada día he sabido que le quiero más y que por mi parte siempre será así.

Para acabar el día, acabamos terminando viendo capítulos de "QVMT", hacía siglos que no la veía y me encantaba la frase de " Toma, toma y toma".

Lo más triste del día para mí fue a la hora de irme, no me molaba despedirme, no quería me lo había pasado tan bien, me había tratado tan bien...

Me acuerdo que mis padres y mi amiga, estaban preocupados porque aún no había vuelto, así que cuando llegué tocaba bronca por todas partes, pero valió la pena.

Desde que le conozco sé y quiero estudiar en Valencia a su lado, espero con todas las fuerzas tener nota para que me cojan en Valencia, ya que también es un sueño que tengo desde pequeñita que es ir a la universidad en Valencia.

Porque aunque aún falte 2 días para nuestros cuatro meses, quiero que todos sepan, especialmente tú que todos los días en los que hablo contigo, quedo contigo o aunque no estes fisicamente y estes en mis pensamientos sólo por ese hecho para mi todos los días son un regalo. Un regalo al me quiero aferrar y no separarme de ti nunca. Te quiero.


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